REDACCIÓN MERIDIANO
Habían pasado 707 días desde que Luis Severino había lanzado a nivel de Grandes Ligas. El derecho dominicano de los Yanquis se tomó un momento en el bullpen, mientras calentaba, para apreciar la ocasión el martes.
Esos 23 meses representaron una eternidad para Severino, cuya última presentación antes del martes había sido el Juego 3 de la Serie de Campeonato de la Liga Americana contra los Astros. Recibido por unos 23335 aficionados que cantaban “Sevy, Sevy”, el diestro tiró 2.0 ceros en la victoria de Nueva York por 7-2 sobre los Rangers.
“Fue mucho”, dijo Severino. “Fue especial para mí que gritaran mi nombre. Y subirme al montículo en un juego de verdad, fue divertido. Fue especial. Uno puede pensar en eso, pero no hay nada como hacerlo de verdad”.
Después del partido, le dieron al serpentinero el “cetro de campeón”. Normalmente, se le entrega al jugador más valioso del partido. Pero el martes, fue más para hacerle homenaje al esfuerzo titánico del quisqueyano para volver tras su cirugía Tommy John.
“Estamos bastante avanzados en la campaña, pero se trata de una persona talentosa y un gran lanzador”, dijo el manager de Nueva York, Aaron Boone. “No quiero ponerle demasiadas expectativas, pero tampoco voy a limitarlo en la recta final en cuanto al papel que podría cumplir”.
Severino hizo 30 pitcheos en sus dos entradas. Boone afirmó que visualiza utilizarlo de una manera similar de ahora en adelante, de 1.0 a 3.0 innings.