Desde la mítica actuación de Pedja Stojakovic en 2001 hasta el reciente galardón de Dennis Schröder, la lista de jugadores más valiosos (MVP) es un resumen de lo mejor que ha dado el continente. Sin embargo, un patrón innegable emerge de esta selecta lista: casi todos los premiados han sido figuras destacadas de la NBA.
Una lista de élite
La lista de los MVPs es un desfile de estrellas que han dejado su huella tanto en Europa como en Estados Unidos. Pedja Stojakovic (2001), un letal tirador que se consagró campeón de la NBA en 2011. Dirk Nowitzki (2005), el mejor europeo de la historia de la liga, que incluso en un torneo donde Alemania no fue campeona, demostró su superioridad. Y la lista continúa con nombres de la talla de Pau Gasol (2009 y 2015), el único en repetir galardón, y que además posee dos anillos de campeón de la NBA; Tony Parker (2013), cuatro veces campeón con los Spurs; y Goran Dragic (2017), que llevó a Eslovenia a la gloria.
El dato más contundente es que, de los 11 MVPs del Eurobasket en este siglo, ninguno de ellos ha sido un jugador que no haya tenido algún tipo de experiencia en la NBA. Este hecho subraya la supremacía de la liga estadounidense como cuna del talento global.
Las excepciones que confirman la regla
A pesar del dominio, hay tres nombres en la lista que han construido la mayor parte de su legado en canchas europeas. Sarunas Jasikevicius (2003), un genio del baloncesto FIBA, y Juan Carlos Navarro (2011), una leyenda del FC Barcelona, tuvieron un paso breve por la NBA, pero su impacto se sintió principalmente en Europa. A ellos se suma el caso de Willy Hernangómez (2022), cuyo rol en la NBA ha sido más secundario, pero que demostró su indiscutible calidad en el Eurobasket.
En un deporte cada vez más globalizado, el Eurobasket sigue siendo una vitrina para el talento europeo. Sin embargo, el análisis de sus MVPs en el siglo XXI es una prueba de que, para ser considerado el mejor, la mayoría de las veces el camino pasa por brillar primero en la NBA.