La noticia de la dimisión de la presidenta de la Universidad de Pennsylvania no tomó a muchos por sorpresa y se dio a conocer este sábado.
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La decisión tomada por Liz Magill ocurre luego de sufrir fuertes críticas por su intervención en la comisión de la Cámara de Representantes este martes, cuando fue incapaz de afirmar que el llamamiento de genocidio judío dentro del campus, va en contra de la política de intolerancia al acoso de la Universidad.
Magill, en lugar de tomar una posición determinante, llevó su discurso hacia la necesidad de contextualizar el llamamiento de genocidio y a argumentar que si no hay un acto concluyente, no puede considerarse hostigamiento.
Sus declaraciones, seguidas por las de otros directores universitarios, se viralizaron y generaron una ola de críticas entre la comunidad estudiantil, que llevó a la declaración oficial de disculpas por parte de Magill y el resto de autoridades universitarias.
Pese a las disculpas ofrecidas, las desacertadas declaraciones terminaron por costarle el cargo a Magill.