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En un mundo donde los precios de la vivienda parecen estar en constante ascenso, los jóvenes se enfrentan a desafíos significativos al intentar comprar su primera casa. Un reciente estudio revela que cada vez más jóvenes están recurriendo a familiares y amigos para obtener el respaldo necesario en este proceso.
El estudio, basado en una encuesta a nivel nacional hecha en Estados Unidos, destaca que el 65% de los jóvenes adultos, con edades comprendidas entre los 25 y los 35 años, están buscando apoyo financiero y emocional de sus seres queridos para dar el paso hacia la adquisición de una propiedad. Esto representa un aumento significativo en comparación con décadas anteriores, cuando la independencia financiera era un objetivo más común.
Los resultados de dicho estudio también revelaron algunas razones clave por las que esto es una realidad hoy día. Entre las principales causas se encuentran los altos precios de la vivienda, los cuales han aumentado considerablemente y muchos no pueden permitirse comprar una casa sin ayuda adicional.
La carga de las deudas estudiantiles también juega un papel importante y es que, los préstamos estudiantiles pueden dificultar el ahorro para un pago inicial y afectar la capacidad de calificar para una hipoteca. Y finalmente la inestabilidad laboral y la falta de empleos bien remunerados hacen que sea difícil para los jóvenes ahorrar lo suficiente para comprar una casa por sí solos.
Ante estos escenarios de dificultad, los jóvenes han tenido que recurrir a diversas estrategias para obtener el respaldo necesario que les permita adquirir su casa propia. Entre ellos se hacen presentes los préstamos de padres o familiares cercanos, que les ayuda a cubrir el pago inicial o incluso parte del precio total de la vivienda.
Otros prefieren optar por comprar una casa junto con amigos o hermanos, lo cual les permite compartir los gastos y reducir la carga financiera individual. Pero además del apoyo financiero, los jóvenes suelen buscar el respaldo emocional de sus seres queridos, lo cual puede ayudar a aliviar el estrés y la ansiedad asociados con la decisión de tener casa propia.