California ha implementado nuevas regulaciones que afectan a los vendedores ambulantes, especialmente en el condado de Riverside y la ciudad de Corona. Estas normativas buscan regular el comercio en la vía pública y reducir riesgos en áreas de alto tránsito, pero también han suscitado preocupaciones entre las comunidades migrantes sobre su viabilidad económica.
Normativas clave
Las nuevas reglas aprobadas por el Concejo Municipal de Corona establecen varias obligaciones que los vendedores ambulantes deben cumplir para evitar sanciones:
1. Distancia Mínima: Los vendedores deben mantenerse a 500 pies de las rampas de autopistas.
2. Permisos de Salud: Es obligatorio contar con permisos sanitarios aprobados por el Condado de Riverside.
3. Seguro Obligatorio: Los vendedores deberán demostrar que poseen un seguro válido, lo que representa un costo adicional.
El incumplimiento de estas normativas puede resultar en multas de hasta $1,000, además de una tarifa adicional de $275 por la incautación de la propiedad.
Reacciones de la comunidad
La Coalición de Justicia para Inmigrantes de California y organizaciones como el Street Vendor Project han manifestado su descontento ante estas restricciones. Argumentan que las penalidades son desproporcionadas y afectan negativamente a las comunidades vulnerables. Además, señalan que los vendedores enfrentan barreras administrativas complejas, como altos costos de licencias y largos períodos de espera para obtener permisos.
Los representantes de estas organizaciones piden un sistema de permisos más accesible que permita a los vendedores ambulantes operar sin temor a sanciones severas.