La reciente actuación del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en Long Island ha generado una fuerte conmoción en la comunidad, especialmente en la exclusiva área de Los Hamptons. Dirigentes comunitarios han calificado estos operativos como algunos de los más violentos registrados en años, marcando un cambio drástico en la estrategia de deportaciones.
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Hasta el 5 de noviembre, Los Hamptons parecían estar fuera del radar de ICE, pero esa percepción cambió abruptamente. En un operativo que duró solo cinco horas, se documentaron 12 arrestos en las localidades de Hampton Bays y West Hampton. Este suceso ha llevado a organizaciones de apoyo a migrantes a movilizarse, denunciando que estas tácticas no están enfocadas en criminales, sino en personas que son perfiladas racialmente como hispanas.
La comunidad hispana en alerta
La población hispana en el 'East End' de Long Island ha crecido considerablemente en los últimos cinco años, representando aproximadamente el 23% de los residentes. Muchos inmigrantes indocumentados, como un trabajador de jardinería ecuatoriano que habló con El Diario, expresan su preocupación por la creciente presencia de ICE en un área que consideraban segura. "Nosotros tratamos de no salir de aquí. Se supone que aquí en Los Hamptons el asunto está más tranquilo con La Migra", comentó.
Desde junio de 2017, no se había registrado un operativo significativo en el condado de Suffolk. En ese entonces, la Operación Matador llevó a la detención de 33 personas supuestamente vinculadas a la pandilla MS-13. Sin embargo, estas acciones fueron criticadas por organizaciones como la Unión por los Derechos Civiles de Nueva York (NYCLU), que denunciaron el uso del perfilamiento racial y detenciones injustas.
El regreso del perfilamiento racial
Ocho años después de la Operación Matador, los grupos de defensa de derechos civiles advierten sobre el regreso del "fantasma" del perfilamiento racial en Long Island. A pesar de que las autoridades del condado de Suffolk afirman no colaborar con ICE, activistas sospechan que las alianzas con el condado vecino de Nassau podrían estar facilitando estas acciones.
Este noviembre ha sido particularmente activo en cuanto a avistamientos de la agencia federal. La comunidad hispana se enfrenta a una creciente incertidumbre y miedo ante la posibilidad de más operativos y detenciones en una región que anteriormente consideraban un refugio seguro.