California ofrece diversos programas de asistencia financiera para residentes que enfrentan incapacidades médicas, entre ellos el Seguro Estatal de Incapacidad (SDI) y el Seguro de Incapacidad del Seguro Social (SSDI). Estos programas brindan beneficios monetarios a aquellos que no pueden trabajar debido a enfermedades o lesiones a largo plazo.
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La cantidad de dinero que un individuo recibe depende de varios factores, incluido su historial laboral, ingresos y la gravedad de su condición médica. El SDI, por ejemplo, ofrece pagos semanales que van desde un mínimo de $50 hasta un máximo de $3.822 al mes. Los requisitos para ser elegible varían según el programa.
Para el SDI, los solicitantes deben estar incapacitados para trabajar debido a una enfermedad o lesión no relacionada con el trabajo, recibir atención médica y tener un historial laboral específico. Por otro lado, el SSDI requiere una discapacidad grave y un historial laboral suficiente según los estándares del Seguro Social.
Es importante tener en cuenta que el programa SDI proporciona beneficios a corto plazo, mientras que el SSDI está destinado a ayudar a aquellos con discapacidades a largo plazo. Si la condición médica de un individuo se espera que dure más de un año, es posible que deba solicitar el SSDI o el SSI para continuar recibiendo asistencia financiera. Sin embargo, el proceso de aprobación para los programas federales puede ser largo y llevar dos años o más.