En una noche histórica para el boxeo, Oleksandr Usyk se consagró como el campeón unificado de la división de pesos pesados tras vencer a Tyson Fury por decisión dividida. Los jueces otorgaron puntuaciones de 115-112, 113-114 y 114-113, reflejando lo reñido del combate en el Kingdom Arena de Riad, Arabia Saudita.
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Desde el primer asalto, Usyk mostró su característico movimiento y precisión, contrastando con la mayor envergadura y potencia de Fury. El ucraniano, quien entró al ring como campeón de la WBA, IBF, WBO y The Ring, supo mantener a raya al británico, que ostentaba el título del WBC. A pesar de la ventaja física de Fury, quien es notablemente más alto y pesado, Usyk utilizó su agilidad y técnica superior para dominar varios segmentos del combate.
La pelea, que había generado un enorme interés global, se destacó no solo por la acción en el cuadrilátero sino también por los significativos antecedentes de ambos púgiles. Tyson Fury, de 35 años, llegaba con un récord de 34-0-1, conocido por su impresionante victoria en la trilogía contra Deontay Wilder. Oleksandr Usyk, de 37 años, también invicto con un récord de 21-0, venía de una victoria por TKO contra Daniel Dubois en agosto del año pasado.
El evento en sí mismo fue un espectáculo. La atmósfera en el Kingdom Arena estuvo electrizante, con la audiencia ansiosa por presenciar la primera pelea de unificación de todos los títulos de peso pesado desde la época de Lennox Lewis en 1999. A lo largo de los 12 asaltos, ambos boxeadores mostraron por qué son considerados los mejores de su categoría, con intercambios de golpes que hicieron difícil prever el resultado final.