El ala defensiva Maxx Crosby firmó este miércoles una extensión de contrato de tres años y 106.5 millones de dólares con Las Vegas Raiders, convirtiéndose en el jugador mejor pagado de la historia de la NFL que no sea mariscal de campo.
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"No hay otro lugar en el que prefiera estar. Quiero estar aquí para toda la vida", afirmó Crosby tras firmar su nuevo acuerdo con el equipo que ahora dirige Pete Carroll y en el que Tom Brady es dueño minoritario.
Con un promedio de 35.5 millones de dólares por temporada, Crosby supera los 35 millones anuales de Justin Jefferson (Minnesota Vikings), los 34 millones de Nick Bosa (San Francisco 49ers) y CeeDee Lamb (Dallas Cowboys), consolidándose como el jugador no quarterback mejor remunerado de la liga.
Crosby, de cuarta ronda del Draft a referente de los Raiders
Seleccionado en la cuarta ronda del Draft de 2019, Crosby se ha convertido en el líder indiscutible de la defensiva de los Raiders.
Desde su debut en la NFL, ha acumulado 366 tackleadas, 105 tackleadas para pérdida de yardas, 59.5 capturas de quarterback, 23 pases defendidos, nueve balones sueltos forzados y tres recuperados. Su impacto en el equipo negro y plata ha sido tal que ha sido seleccionado cuatro veces al Pro Bowl y es uno de los capitanes más respetados en el vestidor.
"Ha sido una bendición. Tengo tantos compañeros y entrenadores a los que debo agradecer, a tantos que creyeron en mí y me dieron esta extensión. Ahora me concentro en ser la mejor versión de mí mismo todos los días y darle todo lo que tengo a este equipo", declaró el defensivo tras oficializar su contrato.