Este martes 16 de septiembre se apagó una de las voces más poderosas del cine contemporáneo. Robert Redford, actor, director, activista y fundador de Sundance, falleció a los 89 años.
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Su muerte, anunciada por The New York Times y confirmada por sus representantes. El artista deja un legado cinematográfico, ecológico y social difícil de igualar.
¿Cómo murió Robert Redford?
La directiva de la firma de publicistas Rogers & Cowan PMK, fue la encargada de dar la noticia a The New York Times, aunque hasta el momento no han dado información oficial de la causa del fallecimiento.
Sin embargo, la fuente reveló que, el californiano murió en su casa de Provo, Utah, mientras dormía.
Una leyenda que cautivó al mundo
Charles Robert Redford Jr. nació en Santa Mónica en 1936 y creció en el valle de San Fernando, California. Tras la muerte de su madre cuando él tenía 18 años, Redford emprendió un viaje vital hacia Europa vivió en Francia e Italia entre 1955 y 1957.
Fue el teatro y, luego, el cine quienes lo atraparon definitivamente. Películas como “Descalzos en el parque” marcaron su entrada en la gran pantalla, pero serían títulos como “El golpe” y “Todos los hombres del presidente” los que cimentarían su nombre como sinónimo de excelencia.
Redford no solo fue un actor al servicio del espectáculo: eligió historias que importaban. En más de una ocasión expresó que su estrategia profesional se basaba en tres pilares: la historia, el personaje, la emoción.
Esa triada le permitió participaciones memorables, como su colaboración duradera con Paul Newman desde “Dos hombres y un destino”, o su transición hacia la dirección, culminando en un Oscar por “Gente corriente”.
Últimos años y legado imborrable
Aunque su última gran aparición en cine fue en “Avengers: Endgame” (2018), Robert no se retiró del todo: luego de la pandemia prestó su voz a algunos proyectos menores.
A lo largo de su vida, evitar la complacencia fue una constante. No le bastaba con la fama ni con la belleza de la estrella: quería que al verlo en pantalla, el público sintiera algo auténtico. Esa pasión por contar historias complejas, humanas, sensibles, será quizá su mayor herencia.