Robert Redford actor y una de las principales caras del cine durante los años 60s y 80s murió a los 89 años en Estados Unidos. El interprete se despidió de este plano en su casa en Utah, según informó The New York Times.
Robert Redford: El eterno “Golden Boy”
Desde sus inicios, Redford se debatió entre ser la imagen perfecta de galán californiano y perseguir historias con hondura. Su nombre se hizo popular gracias a películas como “Butch Cassidy and the Sundance Kid” y “All the President’s Men”.
Pero no se quedó ahí, pues, se lanzó a dirigir, lo que le valió un Oscar por “Ordinary People” y reconocimiento indiscutible como cineasta serio.
Su faceta de activista fue también parte esencial de su legado. Hace décadas abandonó los lujos de la fama para instalarse en las montañas de Utah, proteger paisajes, luchar por causas ambientales, y fomentar el cine independiente con el Instituto Sundance.
Triunfos, pérdidas y el brillo que nunca se apaga
La vida del californiano fue tan cinematográfica como sus películas. Ganó más de un Oscar, pero quizá su mayor victoria fue mantenerse fiel a sí mismo. No le intimidaban los éxitos, pero tampoco el riesgo. Dirigió, actuó, apoyó a jóvenes talentos.
No todo fue luz. El actor perdió a un hijo, Scott, cuando era un bebé, y otro, James, en 2020 por cáncer. Pero esos dolores también lo humanizaron, lo hicieron comprometido, lo alejaron del glamour vacuo.
Aunque su última gran actuación fue en “The Old Man & The Gun” (2018), su influencia siguió presente hasta sus últimos días, gracias al cine independiente, al activismo ecológico, y al poder de convocar a otros creadores.