En medio de la creciente polémica por la serie "Chespirito: Sin querer queriendo", Florinda Meza ha ofrecido una versión poco conocida sobre su relación tanto con Roberto Gómez Bolaños, mejor conocido como Chespirito, como con su primera esposa, Graciela Fernández.
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Según la actriz, su papel no fue el de entrometerse, sino más bien el de proteger y mediar ante las infidelidades que el comediante sostenía con su entorno profesional, a pesar de haber sido ella parte de esas traiciones a Fernández.
¿Florinda cuidaba la relación de Graciela y Roberto?
Durante una entrevista en Ventaneando en 2015, Meza relató que desde los inicios mantuvo una relación cordial con Graciela, estrechada por los años de convivencia en los sets de El Chavo del 8 y Chespirito.
“Graciela y yo nos llevábamos desde antes muy bien. Nos conocimos en los programas. Si yo iba a su casa y todo”, contó Meza. A la vez, descubrió que Roberto mantenía acercamientos con varias mujeres en su equipo, incluso con empleadas durante giras internacionales.
Ante esto, Meza confesó haberlo reprendido: “tan bonita familia, tan linda tu mujer”, le dijo en una ocasión cuando lo sorprendió siendo infiel.
Infidelidad en Venezuela
El episodio más revelador ocurrió durante una gira en Venezuela, cuando Meza sorprendió a Chespirito con una asistente del hotel. Su reacción fue directa: “oye, siquiera selecciona, pareces burro en primavera”, lo regañó, y él respondió explicando que era “un favor”.
Este tipo de intervenciones fueron, según la actriz, actos de protección para que Graciela no se enterara de aquellos episodios incómodos en los que “(ella) era muy buena mujer”.
La versión de Florinda aporta un matiz nuevo en la historia conocida, que ha sido reavivada por la bioserie de Max. Su objetivo aparente fue moderar el comportamiento de Chespirito y aliviar a Graciela, aunque posteriormente ambos comenzaron un romance que culminó después del divorcio de Roberto con su primera esposa.