Denzel Clarke no está en las Grandes Ligas para batear cuadrangulares. Al menos, no todavía. A sus 25 años y en plena temporada de debut con los Atléticos de Oakland, este canadiense ha captado la atención de todo el mundo del beisbol por su defensa espectacular. No importa si el batazo parece un jonrón cantado o si el muro está a 400 pies: si la pelota va al jardín central y Clarke está ahí, hay esperanza.
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Su atrapada del 09 de junio ante los Angelinos fue un mensaje claro de que era un defensor diferente. Nolan Schanuel conectó un batazo profundo que tenía destino de jonrón. Clarke corrió y saltó, estirando el cuerpo completo por encima de la cerca. La atrapó en el aire, rebotó contra la pared y volvió al campo con el guante en alto, mientras el estadio se paralizaba por un segundo antes de rendirse ante la locura.
No ha sido la única. En Toronto, le robó un jonrón a Alejandro Kirk en su país natal. En ligas menores lo venía haciendo también. Y aunque su bate aún no ha despertado del todo (.216 de promedio en sus primeros juegos), su defensa y velocidad ya lo han puesto en el radar.
Formado en Cal State Northridge y drafteado por Oakland en 2021, Denzel Clarke combina potencia física, lectura del juego y un trabajo minucioso previo a cada juego, estudiando las dimensiones de los estadios y planificando sus rutas al milímetro. Si mantiene este nivel, su nombre no tardará en estar en conversaciones de Guante de Oro.