La Major League Baseball sigue dando de qué hablar y está oportunidad la atención se centra en la votación del comité de veteranos para el Salón de la Fama de Cooperstown. En un grupo en el que resaltaban Barry Bonds, Roger Clemens, Gary Sheffield y Fernando Valenzuela. El único exaltado de esta clase de 2025 por esta vía en la era contemporánea fue el segunda base Jeff Kent.
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Kent, un toletero que hizo vida desde el 1992 hasta el 2008 en MLB, se dio a conocer por jugar con mucha intensidad e inteligencia sobre el terreno. Su poder y capacidad bateadora fue una de sus cartas de presentación más importantes durante toda su trayectoria.
Su premio al Jugador Más Valioso en 2000 y su consistencia en el diamante lo impulsaron hacia una candidatura sólida que finalmente fue reconocida por el comité. Kent acumuló estadísticas que históricamente han tenido mayor peso en las votaciones, especialmente en comparación con jugadores de posición.
En más de una década como activo, disputó un total de 2998 juegos, 1320 anotadas, 2461 imparables, 560 dobles, 47 triples, 377 jonrones, 1518 remolcadas, 94 bases robadas, 801 boletos y promedio ofensivo en .290.
Fernando Valenzuela o Jeff Kent
Sin embargo, muchos fanáticos han expresado su descontento por estos resultados y, especialmente, por ver afuera al histórico lanzador mexicano. Fernando Valenzuela, símbolo del béisbol latino en Estados Unidos, vivió una carrera que se extendió desde 1980 hasta 1997. Su llegada a los Dodgers se convirtió en un fenómeno cultural conocido como “Fernandomanía”, que trascendió lo deportivo y se quedó en la memoria de todos los seguidores de la Gran Carpa.
En su temporada de debut completo ganó tanto el Cy Young como el Novato del Año, un logro sin precedentes. Su estilo, marcado por un lanzamiento screwball dominante, lo consolidó como uno de los pitchers más influyentes de su generación. Aunque los números acumulados al final de su carrera no alcanzaron los picos de otros lanzadores ya en Cooperstown, su impacto social, mediático y deportivo sigue siendo un argumento fuerte entre quienes respaldan su inducción, por lo que este seguirá entre los debates más polémicos de la MLB.
