Todo fue alegría para Ambar Roman y su esposo Alexis Valenzuela aquel miércoles, 03 de abril, cuando fueron los afortunados de atrapar el primer jonrón de la carrera de Shohei Ohtani con los Dodgers de Los Ángeles. Los dos estaban muy emocionados, primero porque sabían lo especial que era la pelota al representar un gran hito para el japonés y, segundo, por lo fanáticos que se hacían llamar del club angelino.
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No paso más de una hora cuando fueron abordados por personal de seguridad del estadio para iniciar la "negociación" con el objetivo de que entregaran la pelota. En una entrevista para The Athletic, los aficionados narran que los separaron abruptamente y los dejaron casi sin opciones para que terminaran entregando la esférica.
"No querían que él influyera en mi decisión. Al menos así es como lo tomé", dijo Roman sobre estar separada de su cónyuge. "Fue un poco de presión. Sobre todo porque era como: ´Necesito que me des una respuesta como ahora mismo. Tienes que decidirte´. Fue mucha presión".
El canje inicial ofrecido por los Dodgers fueron dos gorras firmadas por Ohtani, sin embargo, la mujer pudo regatear para llevarse a casa un bate y una pelota, ambos autografiados.
"No estamos tratando de extorsionar a nadie. No es que tengamos hambre de dinero", dijo Valenzuela. "Es solo que es un momento especial, es una pelota especial. Solo creo que es justo que sea igualmente recompensado".
Según Chris Ivey, director de subastas deportivas de Heritage Auctions, la pelota del cuadrangular de "Showtime" tomaría un valor en un futuro cercano de 100.000 dólares, cifra que difícilmente alcanzan los artículos que les fueron entregados a la pareja.
"¿Dónde estaba el amor de los Dodger que vemos todos los días, cada vez que vamos", criticó Valenzuela, quien se notó considerablemente más indignado que su pareja. "Acaba de desaparecer. Estábamos un poco varados. No es necesariamente que quisiéramos un millón. Solo algo bonito. Cuida de tus fans. Especialmente cuando tienen algo que es mucho más valioso".
De igual manera, los fanáticos subrayaron que estaban felices de que Ohtani tuviera su pelota, pues al final del día es un recuerdo que es bonito que le perteneciera al jugador. Sin más, reconocieron que eran fieles seguidores de los "Blues" y que, aunque seguían meditando sobre la incómoda situación que vivieron, el amor por el equipo seguía intacto.