Elly De La Cruz desafió las convenciones en 2024. Con 25 jonrones y 67 bases robadas, el joven dominicano de los Rojos de Cincinnati se convirtió en el primer campocorto en la historia de las Grandes Ligas en alcanzar la marca de 20 cuadrangulares y 60 robos en una misma temporada.
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Un logro sin precedentes que subraya su capacidad única para impactar el juego en múltiples facetas.
A lo largo de 160 juegos, De La Cruz mostró un balance ofensivo singular. Su promedio de bateo de .259, acompañado de 160 hits, 76 carreras impulsadas y 105 anotadas, reflejan su habilidad para ser un catalizador en la alineación de los Rojos. Pero fue su combinación de poder y velocidad lo que lo distinguió: un jonrón cada 6.4 juegos y 67 bases robadas que pusieron en aprietos a las defensivas rivales.
El dominicano, a sus 22 años, demostró que puede ser tan letal con el bate como con sus piernas. Sin embargo, su agresividad en los senderos lo llevó a liderar la liga en intentos fallidos de robo, siendo capturado 16 veces.
Elly De La Cruz es un jugador electrizante, pero su estilo agresivo tiene un costo. Lideró las Grandes Ligas en ponches con 218, un dato que resalta su necesidad de ajustar el enfoque en el plato. No obstante, esta estadística no eclipsa el impacto general que tuvo en una temporada histórica.
En sus dos años en las Grandes Ligas, De La Cruz ha acumulado un promedio de bateo de .250, con 251 hits, 38 jonrones, 120 carreras impulsadas y 172 carreras anotadas. Estas cifras lo posicionan como uno de los talentos más prometedores de la MLB y un jugador clave para el futuro de los Rojos.