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La selección española de baloncesto 3x3 femenino ha conseguido una histórica medalla de plata en los Juegos Olímpicos 2024, un logro que va más allá del simple hecho de subir al podio. Esta plata mantiene la racha negativa que persigue al deporte español desde hace décadas.
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Desde el oro en waterpolo masculino en Atlanta 1996, España ha acumulado una decena de dolorosas derrotas en finales olímpicas de deportes de equipo. Seis en categoría masculina y cuatro en femenina.
Baloncesto, balonmano, fútbol... las disciplinas han variado, pero el resultado ha sido siempre el mismo: la medalla de plata, colgada al cuello con un sabor agridulce. Sin embargo, el hecho de llegar a una final olímpica es más que satisfactorio.
La dificultad de la cima olímpica
Los expertos coinciden en señalar la dificultad inherente de llegar a una final olímpica y la presión que supone enfrentarse a los mejores equipos del mundo en un escenario tan exigente.
Además, el nivel de competitividad en los deportes de equipo ha aumentado exponencialmente en las últimas décadas. Nuevos países han emergido como potencias deportivas, lo que hace que la lucha por las medallas sea cada vez más reñida.
¿Qué le espera al deporte español en el futuro?
La pregunta que todos se hacen ahora es: ¿España logrará romper la mala racha y conseguir el oro? Solo el tiempo lo dirá. Lo que sí es seguro es que esta generación de deportistas ha demostrado que tiene el potencial para seguir cosechando éxitos en los próximos años.
Una nueva oportunidad se presenta para la "Roja", en este caso será la final en fútbol. Por un lado, la selección masculina llegó a la gran final y se enfrentará a Francia en el partido por el oro; mientras que, la femenina debe jugar las semifinales ante Brasil para intentar luchar por el primer lugar.
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