Venezuela podría aprovechar la reciente suspensión temporal de las sanciones impuestas por Estados Unidos para aumentar sus exportaciones de crudo pesado a dos importantes refinerías, una en China y otra en España, que actualmente dependen del crudo canadiense de similar calidad.
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La refinería Jieyang de PetroChina, con una capacidad de 400.000 barriles por día (bpd), fue el principal destino de las exportaciones de crudo pesado canadiense desde la costa estadounidense del Golfo de México entre enero y agosto de este año, con un 23,1% del total. Asimismo, la refinería de Cartagena, propiedad de Repsol, con una capacidad de 220.000 bpd, importó una media de 241.000 bpd de crudo pesado canadiense en el mismo periodo, lo que supone el 17,5% del total.
Ambas refinerías han iniciado conversaciones con la empresa estatal venezolana Petróleos de Venezuela S.A. (Pdvsa) para incrementar sus compras de crudo pesado venezolano, aprovechando el alivio de las sanciones que impiden el comercio con el país caribeño¹.
PetroChina podría adquirir entre 260.000 y 300.000 bpd de crudo a Pdvsa, lo que implicaría sustituir casi por completo las 319.000 bpd de crudo pesado canadiense que importó de media en los primeros ocho meses del año. PetroChina solía utilizar el crudo Merey venezolano en la refinería Jieyang, pero tuvo que recurrir a los crudos pesados canadienses tras las sanciones impuestas por Estados Unidos a Venezuela a partir de 2019.
Por su parte, Repsol también está trabajando con Pdvsa para aumentar la producción de petróleo y gas en sus empresas conjuntas en Venezuela. El CEO de Repsol, Josu Jon Imaz, declaró el 26 de octubre que la flexibilización de las sanciones de Estados Unidos “aumentará la disponibilidad de crudo pesado para nuestras refinerías”, aunque no especificó en qué medida podrían incrementarse dichos suministros.