Como jugador es una de las máximas leyendas del fútbol inglés, además, por forjarse una carrera de muchos mimbres en un histórico Manchester United, con el que ganó el derecho de ser una voz autorizada en el fútbol, logrando hasta 16 títulos dentro de una cancha. Sin embargo, en los banquillos le ha costado más y esta vez fue despedido de su reciente club. ¿Su nombre? Wayne Rooney.
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El excelso exdelantero estaba a cargo del banco del Birmingham City, pero las paupérrimas cifras del equipo dieron con el desenlace de ver su camino alejado de la entidad, que hoy pelea por no descender en la Championship (segunda división en Inglaterra), estando en la casilla 20 con 28 puntos (a 6 unidades los puestos que pierden la categoría).
El 11 de octubre se hizo el mandamás de la escuadra azulona y 83 días después pone fin a la aventura, con registros muy bajos. Y es que en 15 compromisos, solo conoció el triunfo en 2 de ellos (13,3%), además. de llevarse 9 derrotas en ese mismo periodo (60%), justamente, la última contra el Leeds (3-0), que fue la gota que derramó el vaso y llevó a la directiva a la difícil desición de cesantearlo.
"Desafortunadamente, el tiempo que Wayne estuvo con nosotros no salió según lo planeado y hemos decidido avanzar en una dirección diferente", expresó el director ejecutivo del club, Garry Cook, como respuesta al camino por el que se decantó la entidad, que iba sexta con John Eustace (entrenador anterior) cuando Rooney lo sustituyó.
El estratega deberá continuar su carrera en los banquillos en otros aires, tras tener en su palmarés estar a cargo de las oncenas de Derby County y luego del DC United de la MLS.