La emoción del inicio del Clausura 2024 de la Liga MX se vio empañada por una serie de episodios violentos entre aficionados, generando inquietud tanto dentro como fuera de los estadios de la primera división mexicana. A pesar de la implementación del sistema de Fan ID para identificar a los asistentes, los incidentes de violencia han persistido, planteando interrogantes sobre la seguridad en los eventos deportivos.
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En la recién concluida Jornada 1 del Clausura 2024, se registraron tres conatos de bronca entre seguidores. El primero tuvo lugar durante el partido entre Mazatlán y Atlético de San Luis, donde las aficiones protagonizaron un altercado afuera del Estadio El Encanto, aunque afortunadamente no escaló a mayores dimensiones.
En la Ciudad de México, durante el encuentro entre Cruz Azul y Pachuca en el Estadio de la Ciudad de los Deportes, un sector reducido de aficionados se vio involucrado en una pelea en las gradas, captada por personas presentes en el recinto de la colonia Nochebuena.
El tercer incidente ocurrió en Aguascalientes, previo al partido entre Necaxa y Atlas, cuando seguidores de ambos equipos se enfrentaron en un bar cercano al
Estadio Victoria, desatando una pelea campal con lanzamiento de objetos como piedras y botellas de vidrio. Afortunadamente, los elementos de seguridad intervinieron, resultando en la detención de cinco personas.
Estos eventos resaltan la urgencia de abordar la problemática de la violencia entre aficionados, planteando desafíos adicionales para las autoridades y organismos deportivos. ¿Serán suficientes las medidas actuales para garantizar la seguridad en los estadios mexicanos?