La estrella de la Vinotinto Femenina y figura internacional, Deyna Castellanos, generó un fuerte impacto en el ambiente del fútbol nacional este sábado 6 de diciembre, al expresar abiertamente su más grande anhelo para el final de su carrera, contrastándolo con la realidad actual del fútbol femenino venezolano.
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La declaración tuvo lugar en el marco de la inauguración del Torneo Queen Deyna Legacy, celebrado en San Joaquín, estado Carabobo.
Durante una rueda de prensa con los medios, abordó varios temas relacionados con la importancia del evento para las futuras generaciones y el estado del fútbol femenino, pero fue su mención sobre el retiro la que acaparó los titulares.
¡Quiere retirarse en Venezuela!
Al ser consultada sobre sus planes futuros o sueños para el ocaso de su trayectoria profesional, la delantera no dudó en señalar a su país natal como el escenario ideal, pero con una dosis de realismo y preocupación:
"A mi me encantaría poder retirarme en Venezuela, pero la estructura no está para eso. Sería el sueño mayor, tendría una tranquilidad de que mi sobrina, mis padres, mi abuelo, todos me vieran jugar acá en Venezuela profesionalmente, sería maravilloso", afirmó la jugadora.
Esta frase encapsula un sentimiento agridulce. Por un lado, revela el profundo deseo de una de las embajadoras deportivas más importantes del país de culminar su ciclo profesional en casa, pero señala directamente la carencia de una estructura deportiva, organizativa y económica sólida que pueda sostener un nivel de competencia profesional.
Llamado a la inversión y desarrollo
La declaración de Deyna Castellanos va más allá de un deseo personal; se convierte en un llamado de atención a las entidades deportivas, patrocinadores y al estado venezolano.
Para que una jugadora de su estatus (que ha pasado por ligas top de Estados Unidos y Europa) considere viable jugar en Venezuela, se requiere: infraestructuras de nivel; contratos formales y seguros para las jugadoras; y una liga que garantice un desarrollo continuo para mantener el estándar internacional.
Aunque aún faltan años para que la "Reina" cuelgue las botas, su sueño mayor establece una meta clara para el fútbol femenino nacional.