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En las postrimerías del duelo entre Venezuela y Brasil, correspondiente a la jornada 11 de las eliminatorias mundialistas de la edición 2026, ocurrió un hecho bastante peculiar, alejado de las acciones futboleras.
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Se trata del encendido repentino de los aspersores en pleno momento en el que se jugaban los instantes finales del duelo, que finalizó con empate a un gol por lado y que causó el incremento en la cólera de los visitantes.
Al final de todo, el sistema de regado en el estadio permaneció prendido por unos instantes hasta que se pudo controlar la situación y retomar el curso del compromiso, que finalizaría con la igualdad.