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La derrota del Santos FC frente a Fortaleza por 2-1 en la última jornada del Brasileirao en el Estadio Urbano Caldeira, también conocido como Estadio Vila Belmiro, los envió a la segunda división por primera vez en 115 años de historia.
Ante este resultado, los fanáticos del club decidieron causar disturbios en los alrededores del recinto como medida de protesta por el resultado del compromiso, en el que necesitaban obtener una victoria para evitar el descenso. Incluso, los vehículos de los propios jugadores del conjunto de Sao Paulo fueron atacados por los seguidores enfurecidos.
Incendios y disturbios
Los fanáticos del "Peixe" se mostraron inconformes con el rendimiento del equipo y con la derrota por lo que, luego del gol de la victoria de Fortaleza, decidieron salir del estadio y comenzar a incendiar y destrozar lo que consiguieran a su paso.
Uno de los afectados fue John Stiven Mendoza, delantero colombiano del club, cuyo vehículo fue prendido en llamas por los seguidores enfurecidos del equipo como forma de protesta por el descenso del Santos a la segunda división del fútbol brasileño.
Además, en las redes sociales se hicieron virales diversos videos en los que se ve a los fanáticos del club destruyendo todo a su paso en los alrededores del Estadio Vila Belmiro. Incluso, también encendieron un autobús. De acuerdo a un informe policial, los hinchas vandalizaron diversos locales comerciales e incendiaron, al menos, dos autobuses y varios vehículos.
En un inicio, los seguidores del equipo que asistieron a compromiso pretendían invadir el campo pero los cuerpos policiales presentes evitaron que esto sucediera y, por este motivo, decidieron comenzar con los disturbios afuera del recinto.