El Barcelona enfrenta un nuevo y complicado desafío, la entidad catalana que tenia planeado reforzarse en el mercado de invierno sufre ahora un inoportuno traspié tras bajar de forma obligatoria la mitad de su presupuesto para pagar los sueldos de sus estrellas. Los próximos fichajes azulgrana están en duda.
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La salida de Ansu Fati fue provocada, entre otras cosas, por la próxima llegada del delantero brasileño, Vitor Roque, quién se ha consolidado como el mejor atacante joven del brasileirao y su 2023 lo ha colocado como uno diamante muy prometedor; no por nada el Barcelona pagó 30 millones fijos y 30 en variables para sumarlo a su equipo.
El gran problema a partir de ahora es que los 270 millones de límite salarial que la liga aprobó para el conjunto catalán parecen no ser suficientes para que llegue una nueva cara, como lo es la de Víctor Roque, quien precisamente no es que vaya a cobrar una cifra demasiado baja de dinero a sus 18 años.
Todos los reportes desde España apuntan a que probablemente el Barcelona tenga que vender una o dos piezas para poder generar un espacio en su límite salarial y así poder inscribir a Víctor Roque, o a cualquier otro jugador que pretendan incorporar este o el próximo año.