El entrenador italiano Davide Ancelotti, hijo del actual seleccionador de Brasil, Carlo Ancelotti, ha dejado oficialmente su cargo como director técnico del Botafogo tras apenas cinco meses en el banquillo. El anuncio fue realizado este miércoles por el club albinegro de Río de Janeiro, marcando el fin de una etapa que logró estabilizar al equipo en el tramo final de la temporada.
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“El club agradece la profesionalidad y el compromiso de Ancelotti durante el tiempo que dirigió al equipo y formó parte de la familia albinegra”, manifestó el Botafogo en sus canales oficiales. La institución también confirmó que la nueva comisión directiva será anunciada “en breve” para encarar los retos del 2026.
Según fuentes cercanas al club, la desvinculación no responde a los resultados deportivos —que fueron mayormente positivos— sino a una serie de discrepancias internas relacionadas con la metodología de trabajo diaria.
Crisis por la metodología y salida del cuerpo técnico
El detonante del conflicto fue el desacuerdo en la intensidad de los entrenamientos aplicada por el equipo de trabajo de Ancelotti. La directiva de la SAF (Sociedad Anónima del Fútbol) del Botafogo tomó la decisión unilateral de rescindir el contrato de uno de los preparadores físicos de confianza del italiano, lo que resultó inaceptable para el técnico de 36 años.
En un gesto de solidaridad con sus colaboradores, Davide optó por presentar su renuncia. Cabe destacar que con él también abandonan el club asistentes clave como Luca Guerra, Luis Tevenet y Andrew Mangan, dejando un vacío importante en la estructura técnica que deberá recomponerse antes del inicio de la pretemporada.
Un balance positivo: Rumbo a la Copa Libertadores
Pese a la brevedad de su estancia, Ancelotti deja un balance sólido con 14 victorias, 11 empates y 7 derrotas en 32 partidos oficiales. Su mayor mérito fue revertir el inicio de año irregular que atravesaba el "Glorioso" hasta llevarlo a la sexta posición del Campeonato Brasileño.
Gracias a este repunte táctico y anímico, el Botafogo aseguró una plaza en la fase previa de la Copa Libertadores 2026. Tras su salida, se especula que Davide podría integrarse al cuerpo técnico de su padre en la selección brasileña de cara al Mundial o buscar un nuevo proyecto como primer entrenador en el fútbol europeo, donde su reputación ha crecido tras su paso por Sudamérica.
