El Fútbol Club Barcelona se consagró este domingo como "campeón de invierno" tras derrotar al Villarreal en la jornada 17 de LaLiga EA Sports. En un encuentro disputado en el Estadio de la Cerámica, el conjunto azulgrana supo capitalizar sus oportunidades frente a un rival que no logró concretar sus ocasiones y que se vio condicionado por jugar en inferioridad numérica desde la primera mitad.
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El peso de la historia: datos de Mister Chip
Según los datos proporcionados por el estadístico Alexis Martín Tamayo (Mister Chip), esta es la vigésima séptima ocasión en la que el club catalán lidera la tabla al finalizar la primera vuelta. La relevancia de este logro no es menor: históricamente, el Barcelona ha terminado levantando el trofeo de La Liga en 13 de las últimas 16 ocasiones en las que consiguió este galardón honorífico.
Crónica de un duelo intenso
El partido, que en los despachos estuvo cerca de celebrarse en Miami, tuvo de todo sobre el césped. La intensidad se sintió desde los primeros minutos, cuando a los 12' se señaló un penalti que Raphinha transformó con seguridad para abrir el marcador.
La primera parte fue un carrusel de emociones: la tecnología intervino para anular un gol en propia puerta de Jules Koundé que habría supuesto el empate, y poco después, el Villarreal se quedó con diez jugadores tras la expulsión de Renato Veiga, quien vio la tarjeta roja directa por una dura entrada sobre Lamine Yamal.
En el segundo tiempo, a pesar de los intentos del "Submarino Amarillo" por reaccionar, el Barça sentenció el choque en el minuto 63 gracias a una genialidad de Lamine Yamal. Con este resultado, el Villarreal extiende una racha negativa histórica: ya suma 18 años sin poder vencer al Barcelona en su propio estadio, con un balance de 14 derrotas y 5 empates en sus últimos 19 enfrentamientos directos.
Luces y sombras para Hansi Flick
A pesar de la euforia por consolidar el liderato, no todo fueron buenas noticias para el técnico azulgrana. La nota negativa de la jornada la protagonizó Jules Koundé, quien tuvo que abandonar el terreno de juego por una lesión cuya gravedad está pendiente de evaluación médica.
Con esta victoria, el Barcelona no solo se asegura el título simbólico de invierno, sino que envía un mensaje de autoridad al resto de perseguidores, demostrando solvencia incluso en los escenarios más complicados de la competición.