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Una vez más, la actriz mexicana Laura Flores, preocupa a sus seguidores tras publicar un video en sus redes sociales con un tubo en la nariz. De acuerdo la actriz, es un tratamiento para mejorar su esófago, ya que ha presentado varios problemas de salud.
En el clip, la artista explica que, la cánula también sanará su estómago y es parte de un estudio que tiene que realizarse. Asimismo, indicó que, sufre de gastritis.
“No se asusten. Este tubito va hasta mi esófago y hasta mi estómago. Es un estudio que se llama manometría. Tengo un problema constante de gastritis y de reflujo que me ha estado dando la lata a todo lo que da”, informó.
¿Cuál es el diagnóstico?
No solo es eso lo que padece la mexicana, pues también lamentó que, sufre de una hernia que pronto piensa retirarse. “Ya lo tengo diagnosticado, es una hernia hiatal y me la tienen que quitar. Normalmente, en tiempos anteriores, después de una endoscopia te decían: ‘ya vimos una hernia’, te operan, te la quitan y ya”, relató.
“Hoy en día se ha comprobado que eso no es suficiente. Tienen que hacer un estudio para ver cómo funciona tu esófago”, añadió. Y es por este motivo que, Flores se encuentra con este dispositivo que permitirá a los galenos saber cuál será el momento perfecto para intervenir a la actriz.
Asimismo, Laura tranquilizó a sus fanáticos y aseguró que, el procedimiento solo duraría un día. “Esta tripita va a estar 24 horas y está conectada a este juguete. Este juguete mide exactamente cómo funciona mi esófago. Tengo que comer, y es muy incómodo, tengo que apuntar qué comí, en qué momento tuve acidez, en qué momento tuve reflujo y esas cosas”, contó.
En ese sentido, aseguró que, todo sea para mejor su salud y dejar de consumir pastillas para tratar la acidez. “Es una cosa muy sencilla. En lugar de estar tomando pastillas, es arreglar el problema de raíz”, puntualizó.
Infarto cerebral
En el mes de abril, la también cantante, informó que, había sufrido un infarto cerebral a causa de un tratamiento estético. “¡Estoy viva de milagro!”, expresó la artista de 60 años.
Todo sucedió cuando se realizó un tratamiento de escleroterapia para desaparecer las várices de las piernas. Pese a que había sido un trabajo que se había realizado por muchos años, en esta ocasión le pasó factura y horas después de llegar a su casa, comenzó a sentirse mal y presentó parálisis parcial en su cara y en su brazo derecho.
“Yo quería hablar y no podía, era una sensación espantosa que no la puedo ni describir porque me pongo a llorar otra vez. Cuando recuperé el habla, que fue después de aproximadamente 40 segundos, pude gritar ‘¡doctor!’. Fue lo que grité”, explicó. Esto ocurrió una semana antes de la Semana Santa de este año.