Hace casi dos semanas, la modelo venezolana Aleska Génesis, acaparó la atención del mundo tras ser detenida a las afueras de La Casa de los Famosos All Star, por estar acusada del robo de unos relojes, un caso que viene persiguiéndola desde el 2024.
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De acuerdo a la Fiscalía de México, la rubia tenía una orden de arresto, por lo que fue llevada al penal de Santa Martha en la Ciudad de México, de donde salió al día siguiente bajo una libertad condicional que entre tantas cosas, le prohíbe salir del país.
La otra cara de la moneda, Francisco Javier Rodríguez Borgio, había guardado silencio hasta que el 19 de marzo, en una entrevista exclusiva para El Gordo y La Flaca, destapó la olla del supuesto robo, el cual fue de un millón de dólares según sus declaraciones.
Declaraciones de 'El Zar de los Casinos'
El poderoso empresario habló del caso que lo puso en el ojo público, situación que lo tiene incómodo, pues, ha tratado de estar fuera de los focos a pesar de haber estado con famosas, como por ejemplo, Michell Roxana Castellanos, hermana de Aleska.
“No me gusta la vida pública y de la noche a la mañana salgo en todas partes”, dijo acerca del polvo que levantó el caso de Aleska, desde el 2024 cuando fue detenida en su llegada a México previo a su entrada a La Casa de los Famosos 4.
En este sentido, el conocido como ‘El Zar de los Casinos’ reveló que, le había pedido a su amigo Pedro Torres, fundador de Endemol, la productora que realiza el reality show donde participaba Aleska y, pidió que no la incluyera en el proyecto.
“No la traigas, es una mujer mala. Me dijo: ‘perdóname Javier, pero desde ese escándalo, he subido el rating el doble’”, agregó.
El robo de las hermanas Castellanos
En la misma entrevista, el mexicano narró cómo fue el robo del que tanto habla y por lo que denunció a las hermanas Castellanos, quienes lograron ingresar a su residencia con ayuda de Michell, entonces pareja de Rodríguez,
“Las tres hermanas entraron a mi casa. Michell vivía conmigo. Yo colecciono relojes y agarraron los más caros y se los llevaron”, contó. “Es medio millón de dólares”, agregó referente al valor de sus accesorios.
Sin embargo, lo sorprendente es que, el empresario la sumó medio millón de dólares más a la supuesta deuda de las venezolanas, juntando un millón de dólares que presuntamente habrían sustraído de su casa.
“Son ladronas totales”, aseveró sobre Aleska, Michell y Bárbara. “Estoy muy enojado porque Michell después de dos años me acusó de que la quise matar”, rechazó Francisco, recordando que esto le costó pasar dos días en la cárcel.
“Me denunció a la policía. Llegué al aeropuerto, me detuvieron y me metieron a la cárcel dos días. Nunca presentó pruebas. Nunca se lo voy a perdonar porque lo hizo en frente de mi hijo, esposado en el aeropuerto”, aseveró.