Tamar Braxton, la reconocida cantante y estrella mediática, vivió un episodio que raya en lo cinematográfico, pues, fue hallada literalmente en un mar de sangre tras un accidente que casi le cuesta la vida.
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Este suceso, ocurrido un fin de semana y revelado el martes 19 de agosto a través de sus redes sociales, muestra el oscuro contraste entre la fragilidad humana y el poder de la fe para reconstruirse.
Tamar Braxton narra los minutos de horror
Con una voz entrecortada y bravura contenido, la estadounidense de 48 años confesó que “casi muero el domingo”. Fue una amiga la que la encontró, desvanecida dentro de lo que describió como una “piscina de sangre”.
Sus heridas fueron graves: una fractura nasal, pérdida parcial de dientes y, en palabras de Tamar, una movilidad reducida que la dejó emocional y físicamente vulnerable.
“La forma en la que veo la vida es totalmente diferente”, confesó la artista, mientras anunciaba el inicio de un proceso doble: sanación física y reconstrucción mental.
Su salvación
En medio de este caos, la cantante recurrió a lo espiritual como tabla de salvación. Compartió contenido bíblico, una muestra de cómo su fe se convirtió en escudo y antorcha durante el momento más crítico. Un toque íntimo que conecta con muchos seguidores que ven en lo divino un refugio frente al abismo.
La familia Braxton es sinónimo de fortaleza. El año pasado, Tamar participó en el reality The Braxtons, junto a sus hermanas Toni, Trina, Towanda y la matriarca Evelyn 'Miss' E. Brindaron apoyo, inspiración y una narrativa compartida de resiliencia.
Mientras avanza en su recuperación, sus redes se han convertido en un escenario paralelo, en el que ha recibido todo el apoyo de su público y, sus fans, continúan expectantes esperándola para que dé todo en los escenarios una vez que esté en pie.