El inicio de la Postemporada de las Grandes Ligas se convirtió en una montaña rusa emocional para los Cerveceros de Milwaukee. El prodigio venezolano Jackson Chourio abandonó el Juego 1 de la Serie Divisional de la Liga Nacional (NLDS) contra los Cachorros de Chicago tras sufrir una tensión en el tendón de la corva derecho, dejando un sabor agridulce que apagó una histórica victoria.
La preocupación es máxima. La lesión no solo amenaza la continuidad de Chourio en la serie, sino que es una recurrencia en la misma pierna que lo mantuvo fuera de juego durante la mayor parte de agosto.
Del récord a la enfermería
El incidente ocurrió en la segunda entrada del Juego 1 de la NLDS. En ese breve lapso, Chourio demostró por qué es considerado el futuro de la franquicia. El jardinero central estableció un récord de postemporada al ser el primer jugador en la historia de la MLB en conectar tres hits en las primeras dos entradas de un juego.
Sus estadísticas en esa corta aparición fueron impecables: se fue de 3-3 con tres carreras impulsadas, ostentando un inalcanzable promedio de bateo de 1.000 y un OPS de 2.333
Momentos después de su tercer hit, Chourio sintió la molestia. A pesar de su optimismo posterior afirmando sentirse físicamente bien, la resonancia magnética a la que se sometió dejó al equipo en la incertidumbre. El mánager Pat Murphy no ocultó su temor: "Obviamente, da mucho miedo que la lesión en el tendón de la corva sea en la misma pierna. Podría ser devastador".
La fragilidad del futuro: estadísticas de una temporada de altibajos
La temporada de Chourio ha sido una demostración de talento puro mezclada con frustrantes interrupciones por lesiones, todas en la misma zona.
A sus 21 años, Chourio ya había logrado un hito: se convirtió en el jugador más joven de la MLB en registrar dos temporadas consecutivas de 20 jonrones y 20 bases robadas (temporada 2024 y 2025). En la temporada regular 2025, el venezolano terminó con un promedio de bateo de .270, acumulando 21 jonrones y 78 carreras impulsadas, junto a 21 bases robadas, lo que resulta en un OPS de .771.
Antes de su primera lesión en el tendón de la corva a finales de julio, Chourio vivía un momento cumbre. Había encadenado una racha de 20 juegos con hit, la más larga para un venezolano menor de 22 años, y en los 11 juegos posteriores al Juego de Estrellas, ostentaba una línea ofensiva estelar de .386/.438/.591 antes de ser colocado en la lista de lesionados.
El dilema de Milwaukee
La recurrencia de la lesión representa un desafío doble para los Cerveceros:
1. Impacto inmediato: Perder a su líder ofensivo y corredor más dinámico en los playoffs reduce drásticamente las esperanzas del club, que igualó su récord histórico de 96 victorias en la ronda regular.
2. Riesgo a largo plazo: La reincidencia de la lesión en el tendón de la corva derecho a tan corta edad podría indicar una debilidad crónica, obligando a Milwaukee a ser extremadamente cauteloso con el jugador que firmó un contrato por $82 millones antes de su debut.