El veterano lanzador Junior Guerra, figura de los Navegantes del Magallanes, no ha logrado encontrar estabilidad en la temporada 2025-2026 de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional. Sus números reflejan un rendimiento por debajo de lo esperado, generando preocupación en la fanaticada y en el cuerpo técnico de la nave turca luego de llevarse el premio al Pitcher del Año y Regreso del Año la campaña anterior.
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Guerra lidera a todos los lanzadores en hits permitidos con un total de 72 junto a Osmer Morales de los Bravos de Margarita, una cifra que evidencia la facilidad con la que los rivales han podido conectarle.
Promedio de bateo en contra
Los rivales no perdonan. Guerra permite un promedio de bateo enemigo de .358, el más alto en sus últimas cinco temporadas en la LVBP. Esta vulnerabilidad se evidencia en su récord de 0-4 en 14 juegos, donde ha concedido carreras a raudales. Su FIP de 4.47 y SIERA de 4.03 indican que la suerte no es el único factor; hay problemas estructurales en su repertorio.
La defensa lo abandona
Un dato que duele es el porcentaje de líneas recibidas, que escaló al 24.4%, por encima del 20.7% de 2024. En 47 innings, solo ha recetado 43 ponches, un ratio modesto que no compensa la falta de dominio. Su ERA+ de 105, comparado con el 150 del año pasado, confirma el declive: está por debajo del promedio de la liga en un momento crítico para Magallanes, que lucha por la clasificación.
Guerra, con paso por Cerveceros de Milwaukee y Rangers de Texas en Grandes Ligas, llegó a la LVBP con el cartel de salvavidas. En 2024 brilló con efectividad élite, pero la 2025-2026 lo pinta como un pitcher expuesto. Factores como la edad (40 años), posibles lesiones no reveladas o ajustes en su sinker podrían explicar esta racha.