La temporada 2025/2026 de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional ha tenido pocos giros tan marcados como el protagonizado por los Cardenales de Lara. Al inicio de la ronda regular parecía un equipo sin ritmo, pero con el pasar de las semanas no solo cumplió con las expectativas, sino que están a punto de superarlas y demostrar que son grandes favoritos al título.
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Durante la primera parte del calendario, el panorama para Cardenales era desalentador, por la falta de consistencia que, en un momento dado, los ubicó en el último lugar de la clasificación que generó dudas y diversas críticas por parte de sus miles de fanáticos.
Ese contexto inicial contrastaba con las expectativas de una organización acostumbrada a competir y a llegar a las instancias finales. Lara parecía desconectado, sin identidad clara y con un margen de error cada vez más reducido.
Cardenales de Lara y sus dos caras de la moneda
Sin embargo, el béisbol suele ofrecer segundas oportunidades, y la ronda regular todavía guardaba espacio para una transformación profunda de un equipo que está construido a base de mucha juventud y figuras de experiencia que son los guías sobre el terreno.
Los dirigidos por César Izturis comenzaron a mostrar señales de cambio. Los ajustes ofensivos, sumados a una mayor solidez del pitcheo, marcaron el punto de inflexión. Las victorias empezaron a llegar de forma sostenida, especialmente en lo que va del mes de diciembre.
El bullpen se convirtió en una de las principales fortalezas, permitiendo proteger ventajas que antes se escapaban. Al mismo tiempo, la alineación encontró el equilibrio que tanto se esperaba de ellos en el papel, convirtiéndose en un dolor de cabeza para sus rivales de turno.
Finalmente, el caso de Cardenales de Lara es un ejemplo claro de resiliencia deportiva y que demuestra el trabajo que han realizado desde la directiva para no solo ser un equipo competitivo, sino uno que busque ganar el título año tras año en la LVBP.