En una temporada que ha sido maravillosa en muchos sentidos, ver que Luis Arráez también saque a relucir su poder para sumar cuadrangulares a sus estadísticas es simplemente fantástico. Y es que luego de un largo tiempo sin dar ese tipo de batazos, el venezolano lo ha hecho parecer fácil en cuestión de días.
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Estamos a mitad de agosto y la Regadera continúa su camino por el título de bateo de la Liga Nacional. Entre eso están unos Marlins de Miami que lo están apostando todo para tratar de ser uno de los equipos presentes en la postemporada, y para ello se impulsan en las actuaciones del venezolano.
Como todos saben, Arráez ha demostrado a lo largo de este año que es un pelotero capaz de conectar un imparable en cualquier momento, y de ahí a que muy rara vez se haya ido en blanco en algún juego. Sin embargo, para él no todo son hits, ya que en su repertorio también están los batazos de vuelta completa.
"Disfruto cuando doy cuadrangulares y luego simplemente corro las bases feliz. Quiero decir, 'gracias, Dios, por eso'. No es mi juego. Solo trato de golpear la pelota, y luego, si conecto un jonrón, estoy emocionado", confesó el nacido en San Felipe en una entrevista recientemente.
Arráez viene de conectar jonrones en el segundo de la serie ante los Yankees de Nueva York (12 de agosto) y en el primero contra los Astros de Houston (14 de agosto), demostrando así que por muy raro que parezca también tiene la capacidad de llevar la pelota hasta las gradas. De hecho, su última conexión de ese estilo había sido el 24 de junio ante los Piratas de Pittsburgh.
En lo que va de temporada, el criollo ya acumula cinco vuelacercas, una cifra que supera los cuatro que conectó en su primer año con los Mellizos de Minnesota (2019). Ahora está encaminado en dejar atrás sus registros personales de la temporada pasada, cuando finalizó con 173 imparables (tiene 163 actualmente), 31 dobles (26 esta temporada) y ocho jonrones.