Los Angelinos han tomado la decisión de liberar al infielder Tim Anderson, quien fue colocado en asignación el miércoles y, tras no ser reclamado en waivers, ha quedado en libertad. A sus 31 años, el dos veces All-Star ha visto caer drásticamente su rendimiento ofensivo, registrando un decepcionante promedio de bateo de .205 con un porcentaje de embasado de .258 y un slugging de .241.
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El veterano, que en sus mejores años se consolidó como un bateador dinámico y clave en la alineación de los Medias Blancas, no logró encontrar su ritmo con los Halos. Su producción de cero jonrones, apenas tres carreras impulsadas y un preocupante balance de 29 ponches frente a solo tres bases por bolas en 90 apariciones al plato marcaron una etapa difícil en Anaheim.
Un notorio declive
Anderson fue pieza fundamental en la ofensiva de Chicago en temporadas anteriores, destacando con su capacidad para batear para contacto y ser una amenaza en las bases. Sin embargo, su caída estadística en los últimos años ha generado dudas sobre su futuro en las Grandes Ligas. A pesar de su experiencia y liderazgo, los problemas de producción han afectado su valor en el mercado, lo que podría poner en riesgo su continuidad en MLB.
Desde 2023, Anderson solo ha podido dar un jonrón, empujar 37 carreras y batear para un triste .232 en 219 juegos.
El declive de Tim Anderson también refleja una tendencia preocupante en jugadores de su perfil: aquellos cuya ofensiva depende en gran medida del contacto y la velocidad suelen enfrentar dificultades cuando su rendimiento comienza a disminuir con el tiempo. La falta de poder y su bajo porcentaje de embasado han sido factores determinantes en la decisión de los Angelinos de prescindir de sus servicios.