Los New York Knicks dejaron clara su postura: Jalen Brunson no está en venta. Según informó The Athletic, el base fue considerado “intocable” durante las conversaciones con los Milwaukee Bucks en agosto, cuando se exploró un posible traspaso por Giannis Antetokounmpo. La decisión refleja el enorme valor que la franquicia le otorga a su líder, dentro y fuera de la cancha.
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Desde su llegada en 2022, Brunson se consolidó como una de las figuras más destacadas y queridas del equipo. En 2024, firmó una extensión de contrato por cuatro años y $156.5 millones, renunciando a más de $100 millones que podría haber ganado si esperaba hasta 2025. Este gesto fue visto como una muestra de compromiso con los Knicks y les otorgó mayor flexibilidad financiera para construir a su alrededor.
Un proyecto con Brunson como eje
Con su contrato asegurado y el nuevo entrenador Mike Brown al mando, los Knicks planean un juego más colectivo y dinámico, reduciendo la dependencia del base. En las conversaciones por Giannis, el paquete habría incluido a Karl-Anthony Towns, OG Anunoby y Mitchell Robinson, pero nunca a Brunson.
La postura del equipo neoyorquino es clara: Jalen Brunson no solo es su presente, sino también la piedra angular de su futuro. Ni siquiera una superestrella como Antetokounmpo fue motivo suficiente para poner su nombre sobre la mesa.