El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS) ha revelado cifras impactantes: desde el regreso del presidente Donald Trump al poder, más de 527,000 inmigrantes indocumentados han sido expulsados del país. Este anuncio, realizado el lunes, marca un hito en las políticas migratorias de la administración actual, que se jacta de haber revitalizado el sistema migratorio estadounidense.
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Las autoridades migratorias del DHS anticipan que, antes de que finalice el primer año del nuevo mandato presidencial, se alcanzarán casi 600,000 deportaciones. Además, el DHS ha informado que más de 2 millones de inmigrantes indocumentados han abandonado Estados Unidos en total, cifra que incluye a aproximadamente 1.6 millones que se han autodeportado voluntariamente.
Un mensaje claro: Consecuencias para los indocumentados
La subsecretaria de Seguridad Nacional, Tricia McLaughlin, ha enfatizado que estos resultados reflejan una "revitalización" del aparato migratorio. En su comunicado, McLaughlin destacó que el mensaje del gobierno ha tenido un impacto directo en los flujos migratorios: “Los inmigrantes indocumentados están escuchando nuestro mensaje: lárguense ahora o afronten las consecuencias”, afirmó.
El DHS también reportó una disminución drástica del 99.99% en la migración a través del Tapón del Darién, en Panamá. Esta reducción es atribuida a las nuevas políticas implementadas por la administración Trump, que buscan disuadir a los migrantes antes de que lleguen a las fronteras estadounidenses.
Arrestos y enfoque en delincuentes
Según el DHS, alrededor del 70% de los arrestos realizados por ICE corresponden a individuos acusados o condenados por delitos graves, incluyendo homicidio y narcotráfico. La agencia sostiene que ni los "alborotadores" ni los "políticos santuario" han logrado frenar su misión de "proteger la patria".
En un esfuerzo adicional por manejar la situación migratoria, el DHS ha introducido una nueva opción de salida voluntaria a través de la aplicación CBP Home. Esta herramienta permite a los inmigrantes indocumentados solicitar su autodeportación, recibiendo un incentivo de $1,000 dólares y un vuelo gratuito hacia su país de origen.
La agencia advierte que aquellos que no opten por este programa enfrentarán arrestos y deportaciones sin posibilidad de regresar a Estados Unidos. “Estados Unidos ofrece una oportunidad para regresar legalmente y vivir el sueño americano”, concluyó el comunicado del DHS.
Con un enfoque claro en la deportación y la autodeportación, el gobierno busca cumplir con sus promesas electorales mientras enfrenta críticas tanto internas como externas sobre su enfoque hacia la inmigración.