El excampeón de la UFC, Conor McGregor, sorprendió nuevamente a Irlanda al publicar un vídeo en el que pide el apoyo de los ciudadanos para presentarse a las elecciones presidenciales del próximo 24 de octubre. En su mensaje, grabado frente a los edificios gubernamentales de Dublín, el luchador de artes marciales mixtas instó a los votantes a confiar en él para “recuperar la seguridad en las calles” y garantizar el bienestar de los niños irlandeses.
NOTAS RELACIONADAS
Un obstáculo legal en su camino
Aunque su ambición política no es nueva, McGregor enfrenta un gran reto: aún no cumple con los requisitos oficiales para estar en la papeleta electoral. La legislación exige que un candidato tenga al menos 35 años y consiga la nominación de 20 miembros del parlamento o de cuatro autoridades locales antes del 24 de septiembre. El luchador apeló directamente a los concejales de los condados, a quienes describió como “la verdadera columna vertebral de las comunidades”.
Un discurso populista y polémico
Con un tono desafiante, el atleta irlandés centró su mensaje en la inmigración masiva y la inseguridad ciudadana, acusando al gobierno de haber fallado a la población. Su retórica populista busca conectar con sectores desencantados de la política tradicional, pero su candidatura se percibe como una posibilidad lejana por la falta de afiliación partidaria y su historial personal.
"Si usted es un concejal que siente que su voz es ignorada, que tiene las manos atadas y que su comunidad es ignorada, le pido que me apoye. Nomíneme y le daré la plataforma y el poder para que realmente se le escuche".
El irlandés, considerado una de las figuras más polarizadoras del deporte, arrastra un pasado marcado por acusaciones de agresión sexual y episodios violentos fuera del octágono. Aun así, su carisma y su capacidad para generar titulares lo mantienen en el centro del debate público. De conseguir las nominaciones necesarias, Conor McGregor pasaría de ser ídolo deportivo a protagonista de una contienda electoral que promete sacudir la política irlandesa.