Este fin de semana se llevará a cabo la jornada final del festival de la Dubái World Cup en el hipódromo de Meydan, en Emiratos Árabes, con nueve emocionantes carreras el sábado 5 de abril, en el marco de la edición número 30 de la Dubái World Cup (G1) y una bolsa de $12 millones en premios a repartir.
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Dentro de este calendario hípico también se disputará la Dubai Golden Shaheen (G1) con $2 millones en metálicos en distancia de 1.200, prueba que ha sido referencia para los jinetes venezolanos, quienes han puesto el tricolor criollo en alto sobre tierras orientales.
Dubai World Cup: Dato hípico histórico de la Golden Shaheen
Cuando nos referimos a jinetes venezolanos, tenemos que hablar de José Leonardo Verenzuela, quien ha sido nuestro mayor representante en estas tierras a lo largo de su carrera profesional que transitó por estos circuitos, así como también en Estados Unidos.
Como es conocido, Verenzuela fue el segundo jinete venezolano en ganar una prueba en este festival y lo hizo encima de Big City Man en 2009, que tiene el cuarto mejor tiempo de este evento tras ganar en 68”4/5 para 1.200 metros. El tiempo récord hasta la fecha lo registró Big Jag con Alex Solis en el 2000, tras parar el reloj en 68” flat.
Big City Man es un hijo de Northern Afleet en Mini Appeal por Valid Appeal, y completó una campaña de seis triunfos en ocho presentaciones con una producción de $1.521.505.
José Leonardo Verenzuela tuvo el agrado de conversar para Meridiano.net y nos confesó anécdotas que aún no se han plasmado de manera detallada por algún medio (dicho por él), por lo cual las quiso compartir para ustedes.
Verenzuela: “Cuando me tumbaron en Louisiana Downs y me quebré 6 costillas de la espalda y dislocación completa del hombro a mediados del 2008, para octubre estaba regresando a montar y me llama Jerry Barton (trainer) que regresaba al establo donde habíamos estado y si quería ser su jockey de nuevo; enseguida le dije que sí”, expresó JLV.
Continuo: “Unos días después ya estaba volando para Arabia Saudita. Cuando llego, me encuentro que el establo tenía contratado al jinete Wigberto Ramos. Me senté con Jerry para que me explicara la situación. De todas maneras, yo estaba en un proceso de regreso de una caída y Ramos no podía montar todos los casi 100 caballos que habían”.
Prosigue: “Después de un mes me llama a la oficina y me pregunta si estoy disponible a viajar a Dubái porque el establo va a mandar unos 10 a 12 caballos para allá y le dije: ‘Ponme en el avión, yo voy’”.
De esta manera, José Leonardo Verenzuela, con grandes aspiraciones, sin nada que perder, si no, mucho que ganar, arrancó con esa aventura de montar a Dubai y escribir una histórica página en su carrera profesional. Pero no todo quedó allí.
Verenzuela, continuó su relato: “La primera semana de enero se inscribieron 2 caballos en hándicaps clasificatorios para el Carnaval de Dubái; esa noche gané con los dos caballos, Noble Bedouin en la grama Jaguar Trophy Handicap y Big City Man en la Keeneland Handicap Sprint”. Dijo: “Así comenzó todo después de ganar el Handicap, el Al Shindagha G3 y perder por foto con Gayego el Mahab Al Shimal G2 en el Super Sábado". Pensé que hasta ahí era todo; regresé a Saudi para la King's Cup unas 3 semanas antes del día de la Dubai World Cup”.
En Arabia Saudita, nos cuenta Verenzuela, que luego de la derrota en la King’s Cup, tuvo un desaliento con el mismo entrenador y esto nos comentó: “Barton me echó la culpa a mí de que se había perdido la carrera y me hizo un show en el desensillaje y la situación se puso bien tensa; pude controlarme”.
Al terminar esa noche de carreras en Saudí, Verenzuela, luego del desaliento que pasó, tuvo que esperar una semana para recibir la llamada del entrenador Jerry Barton que lo había contratado. “Me dijo: 'Estás listo, tienes todo en regla para venir a Dubái'. Yo quedé en shock y le pregunté: "¿Para qué?" Pues para que corras al Big City Man, a nadie le corre como a ti y ya lo conoces, no vamos a inventar”.
Tal fue el asombro de José Leonardo Verenzuela en su exposición, que no podía creerlo, sino hasta no ver su nombre en las inscripciones. Entonces, “llegó el momento y la oportunidad que tanto trabajé y busqué”. “No podía desperdiciarla, era una sola bala y no podía fallar; me había preparado física y mentalmente para ese día. “¡La historia ya la sabemos!”.
Pero no todo quedó allí: “Después de la carrera, regresando al círculo de ganadores, se me borró el cassette”, exclamó José: “No recuerdo la foto, la premiación, reaccioné cuando estuve en la conferencia de prensa. Ahí expresé: ‘Qué es esto? ¡Gané!. Comencé a sudar como si estuviera en un sauna y me temblaban las piernas, que no las podía controlar, algo que nunca me pasó”.
Para finalizar, Verenzuela recuerda uno de sus más grandes logros alcanzado en su país natal, Venezuela: “Cuando gané con Volantín, recuerdo que cuando llegué a casa me estaban esperando con una fiesta y yo, prendido en fiebre, algo emocional”.
Para ese entonces, Verenzuela se convirtió en el segundo jinete aprendiz en ganar un clásico “Presidente de la República”; ocurrió en 1988, por 12 cuerpos. El primer aprendiz en hacerlo fue precisamente su profesor, José Antonio Utrera, maestro de grandes jinetes en nuestro país. Luego aplastó a sus rivales el “Fuerza Armada” por 18 largos, carrera en la cual marcó la despedida de Verenzuela hacia los Estados Unidos, y Volantín se convirtió en Caballo del Año. Un hito en nuestra hípica nacional. Verenzuela, ganó un poco más de 50 carreras.
En Estados Unidos, Verenzuela coleccionó 215 victorias. La última de ellas fue en el 2024, luego de casi seis años sin visitar el parque de vencedores, encima del ejemplar The Giant’s Candy en el hipódromo de Santa Anita. Verenzuela, se ha mantenido como comentarista en los últimos años a través de los medios streaming.
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