El universo de los concursos de belleza está en plena tormenta. El 13 de diciembre de 2025, se confirmó que Mario Búcaro, hasta ahora director ejecutivo de la Organización Miss Universo, dejó su puesto apenas mes y medio después de asumirlo.
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La renuncia del empresario ocurre justo cuando la empresa se encuentra bajo fuertes denuncias y procesos legales contra sus dueños principales, tras el triunfo de Fátima Bosch como reina universal de este año.
La inesperada renuncia del director ejecutivo
Búcaro, guatemalteco y exministro de Relaciones Exteriores de su país, asumió en octubre de 2025 como máximo ejecutivo de Miss Universo con la misión de “modernizar” la organización y liderar la reciente edición celebrada en Tailandia el 21 de noviembre.
Sin embargo, tal mandato terminó abruptamente esta semana cuando la MUO anunció que “ha concluido su mandato” y que la empresa está en pleno “proceso de transición” hacia un nuevo liderazgo”.
El comunicado oficial, firmado por Raúl Rocha, presidente y copropietario de la organización, agradeció a Búcaro por “fortalecer las relaciones internacionales” de la empresa y supervisar la producción del concurso, sin ofrecer explicaciones claras sobre los motivos reales de su salida.
¿Qué sucede dentro de Miss Universo?
La salida de Búcaro no ocurre en un vacío. La organización enfrenta una de las crisis más profundas de su historia. Por un lado, se han conocido procesos legales y denuncias que involucran a los propietarios de la empresa como la del mexicano Raúl Rocha y la empresaria tailandesa Anne Jakrajutatip.
Recientemente, México congeló las cuentas bancarias de Rocha como parte de una investigación que lo vincula con delitos graves, incluyendo narcotráfico, contrabando de combustible y tráfico de armas, según fuentes oficiales citadas por medios internacionales.
Paralelamente, en Tailandia existe una orden de arresto contra Jakrajutatip, supuestamente relacionada con un caso de fraude por cerca de un millón de euros tras no comparecer ante un tribunal.
Estas acciones han generado un clima de tensión, incertidumbre y especulación en todo el entorno del certamen de belleza más famoso del mundo, afectando no solo la reputación del concurso, sino también su estructura administrativa.
La situación se complica aún más por las acusaciones de fraude y manipulación relacionadas con la reciente edición de Miss Universo, en la que la mexicana fue coronada ganadora.
Críticos señalaron desde irregularidades en las votaciones hasta posibles conflictos de interés entre la familia Bosch y miembros de la organización.
