Para nadie es un secreto que firmar un contrato con algún equipo de la Major League Baseball es una hazaña bastante difícil, de hecho, el porcentaje de peloteros que logran hacerlo es realmente bajo. Así como resulta una tarea tan ardua conseguir jugar en la pelota norteamericana, es aún más complicado destacar como uno de los mejores dentro del torneo.
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Igual sabiendo eso, en 1949, el cubano Minnie Miñoso firmó con los Indios de Cleveland con la mira siempre puesta en convertirse en uno de los más grandes del deporte y en romper barreras raciales que imperaban en aquel momento dentro de las Mayores. Fue el primer negro nacido en Cuba que ingresaba a la Gran Carpa y, a su vez, en 1951 se convirtió en el primer hombre de color que se uniformaba con los Medias Blancas de Chicago.
Desde que arribó al conjunto patiblanco se exaltó como uno de los mejores de la plantilla, siendo capaz de defender formidablemente y de exhibir un nivel con el madero sobresaliente.
Durante ocho temporadas de su trayectoria fue capaz de batear por encima de .300, participó en nueve Juegos de Estrellas y recibió tres guantes de oro como jardinero.
Terminó su carrera en 1980 y, hasta la fecha, es el único jugador que ha estado presente en la mejor liga del mundo de beisbol durante cinco décadas distintas (de 1949 a 1980).
En 2022, siete años después de su muerte, fue homenajeado e incluido al Salón de la Fama de Cooperstown, como una forma de reconocer su invaluable carrera que debió pasar por un gran número de prejuicios y malos tratos por su raza.