Esta semana se generó una polémica en el juego entre Dallas Mavericks y el Utah Jazz en Salt Lake City, en el que se vio envuelto el estelar Kyrie Irving, jugador de los tejanos, en el que el base dijo que en ningún momento solicitó que se quitara un letrero en cancha, que poseían fanáticos del equipo local.
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Avremi Zippel, un rabino que tiene abonos de temporada del Jazz desde 2016 y que encendió una menorá durante la ceremonia de Hanukkah en el entretiempo de un partido de los Jazz-Knicks en diciembre, se sentó en la cancha el lunes por la noche con un cartel que decía "Soy judío y Estoy orgulloso”.
Esta frase, haciendo alusión a la vez que en 2022 Irving fue suspendido en ese momento por una publicación de una película antisemita en sus redes sociales. Para ese momento se formó un gran revuelo por las acciones del experimentado base.
Después de un intercambio con Irving durante el primer cuarto, los funcionarios del Jazz le pidieron a Zippel que cambiara de asiento unas filas atrás o dejara de mostrar el cartel. Zippel, Irving y otras dos personas familiarizadas con la situación, hablando bajo condición de anonimato, dijeron a The Athletic que el Jazz decidió pedirle a Zippel que dejara de mostrar el letrero después de que la seguridad de los Mavericks planteara el problema a la seguridad del conjunto de la casa.
Irving se defendió luego de toda esta polémica y dijo que en ningún momento pidió que se retirara el cartel del aficionado.
“Le deseo lo mejor a él y a su familia”, dijo Irving. “Sin faltarle el respeto a su manera. Ese no es mi modus operandi”.
En un comunicado, el Jazz dijo que los carteles fueron eliminados porque interferían con el desarrollo del juego y que el equipo no tenía ningún problema con el mensaje en los carteles.
"El problema fue la interacción disruptiva causada por el uso de las señales, no el contenido de las señales", dijo el equipo en su comunicado.