El mariscal de campo de los Miami Dolphins, Tua Tagovailoa, ha abierto una puerta de reflexión respecto a su futuro en la NFL. Tras enfrentar varias conmociones cerebrales a lo largo de su carrera, el quarterback expresó que la clave para tomar una decisión de retiro será su propia seguridad mental y emocional dentro del campo.
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Tagovailoa, de 26 años, reveló que mientras no sienta temor de jugar, seguirá enfrentando los desafíos de este deporte. "Definitivamente, el jugador de fútbol americano sale al campo y lo enfrenta. Si tienes alguno de esos pensamientos, es el momento de decir basta. Así que saldré a la cancha simplemente a disfrutar esta oportunidad", afirmó con contundencia.
Cuatro conmociones y un cuestionamiento recurrente
Tagovailoa ha tenido un historial delicado en cuanto a lesiones de cabeza en sus años en la liga, incluyendo un incidente reciente que le costó cuatro semanas de inactividad. Su última conmoción cerebral ocurrió en el partido de la Semana 2 contra los Buffalo Bills, un equipo con el que parece haber desarrollado una relación desafiante en términos de salud física, pues su primera conmoción también fue contra ellos en septiembre de 2022 en el Highmark Stadium.
El historial de conmociones ha obligado al mariscal de campo a consultar especialistas en repetidas ocasiones para evaluar los riesgos de continuar su carrera. Durante su pausa obligada, Tagovailoa habló con múltiples expertos médicos, quienes no le recomendaron el retiro. Sin embargo, el propio Tua mantiene un enfoque cauteloso: sabe que si algún día siente miedo de entrar al campo, ese será el momento de tomar la decisión definitiva de colgar los botines.
La declaración de Tua Tagovailoa no solo refleja su determinación, sino que también pone en perspectiva la vulnerabilidad de los atletas de élite en un deporte tan exigente. La carrera de Tagovailoa sigue en curso, pero su reflexión abre un espacio de cuestionamiento sobre el precio que los jugadores están dispuestos a pagar por su amor al juego. En el caso de Tua, la respuesta parece ser clara: cuando el temor supere su deseo de competir, será el momento de despedirse de la NFL.