Josh Hines-Allen, ala defensiva de los Jacksonville Jaguars, compartió una noticia que ha provocado una ola de alivio y celebración entre la afición de su equipo y seguidores de la NFL: su hijo Wesley, de 7 años, está en remisión completa tras batallar contra una leucemia diagnosticada a finales de la pasada temporada.
NOTAS RELACIONADAS
El emotivo momento —que fue compartido en redes— muestra al pequeño tocando la campana que simboliza el fin del tratamiento, una imagen que rápidamente se volvió viral y que puso en pausa, por un instante, cualquier polémica deportiva en favor de la esperanza familiar.
Remisión y tratamiento: contexto médico y calendario
El diagnóstico de Wesley, identificado como leucemia promielocítica aguda, llegó a comienzos del año y obligó a Hines-Allen a ausentarse del último partido de la temporada 2024, mientras su familia iniciaba un intenso proceso de quimioterapia en Nemours Children’s Health en Jacksonville.
Tras alrededor de siete meses de tratamiento, los médicos declararon al niño en remisión y la familia espera completar una fase final del plan —según Hines-Allen— a finales de agosto, cuando está programada la ceremonia de toque de campana que marcará oficialmente el cierre de esa etapa.
En el plano estrictamente deportivo, Hines-Allen regresa a los entrenamientos con la tranquilidad de saber que su familia atraviesa un momento positivo; fuentes señalan que el jugador ha recibido un apoyo constante por parte del cuerpo técnico y sus compañeros, quienes pusieron la salud de Wesley por encima de cualquier agenda competitiva. Ese respaldo fue clave durante los meses difíciles y se ha transformado ahora en una corriente de solidaridad que trasciende la grada.