La reciente Asamblea General Ordinaria del Real Madrid se convirtió en el escenario de un nuevo y contundente capítulo de la histórica pugna entre el club blanco y el presidente de LaLiga, Javier Tebas.
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Durante el turno de intervención de los socios, la tensión alcanzó su punto álgido cuando se elevó una petición para declarar al mandatario de la competición liguera "persona non grata" por parte de la entidad madridista.
Esta solicitud, impulsada por el descontento de un sector del madridismo ante las acciones y declaraciones de Tebas que consideran perjudiciales o desleales hacia el Real Madrid, reflejó el profundo cisma institucional que existe en el fútbol español.
La respuesta de Florentino
El momento culminante llegó cuando el presidente Florentino Pérez tomó el micrófono para responder a la solicitud. La expectativa en el auditorio era evidente, ya que el máximo dirigente blanco ha sido históricamente el principal detractor de las políticas de Tebas, especialmente en temas como el acuerdo CVC o la Superliga.
Sin embargo, en lugar de un endoso emotivo a la medida de fuerza, Pérez optó por una respuesta pragmática y que desactivó la carga simbólica de la propuesta:
"¿Qué ganamos con declarar a Tebas 'persona non grata'? Si todos estamos de acuerdo"
Dicha declaración, fue interpretada como una muestra de inteligencia estratégica. La respuesta de Florentino Pérez, en lugar de escalar la confrontación a un terreno meramente simbólico, sugirió que la lucha del club debe centrarse en los frentes legales y deportivos, que ofrecen beneficios tangibles, y no en gestos que podrían resultar vacíos.
La contundente frase fue recibida con varios aplausos de los socios compromisarios, que parecieron respaldar la visión de su presidente: evitar la distracción y mantener el foco en los desafíos institucionales reales, donde el club está llevando a cabo batallas significativas contra LaLiga y la UEFA.