La Justicia de Argentina dictó un fallo histórico al condenar a la Conmebol y al club Huracán a pagar una indemnización de $850.000 dólares a los jugadores a Patricio Toranzo y Diego Mendoza a raíz del accidente sufrido durante la Copa Libertadores 2016 en Venezuela. El siniestro ocurrió en Caracas, previo a un encuentro por el certamen continental, y marcó uno de los episodios más recordados de aquella edición del torneo.
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Un precedente en la región
El tribunal determinó la responsabilidad compartida entre la Conmebol, como organizadora del torneo, y el club argentino, en su calidad de empleador de los futbolistas afectados. La decisión sienta un precedente en materia de seguridad y resguardo de los protagonistas dentro de las competencias internacionales, reforzando la obligación de garantizar condiciones adecuadas de traslado y organización.
El accidente generó en su momento un fuerte impacto en el ambiente del fútbol sudamericano, y desde entonces se esperaba una resolución judicial que estableciera responsabilidades. Ahora, tras varios años de litigio, el fallo obliga a ambas instituciones a hacerse cargo de la indemnización de Toranzo y Mendoza.
Más allá de lo económico, el dictamen representa un llamado de atención para las entidades deportivas en la región. El mensaje es claro: la seguridad de los jugadores y de todos los involucrados en un torneo debe ser una prioridad ineludible.