El fútbol sudamericano se volvió a manchar de sangre y violencia en el enfrentamiento entre Independiente y la Universidad de Chile, correspondiente a la Copa Sudamericana. Lo que comenzó como un partido con ambiente intenso en la gradas derivó en una batalla campal tras el fracaso del sistema de seguridad en el estadio Libertadores de América, casa de Independiente. El episodio dejó brutales imágenes de los heridos y la indignación de todo el continente.
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Hinchadas de Independiente y la U de Chile son reconocidas como conflictivas
Si bien las hinchadas de Independiente y de la U ya eran reconocidas por generar caos en muchos escenarios, lo cierto es que no se tomaron las medidas necesarias para evitar un enfrentamiento como el que ocurrió entre ambas fanaticadas. El partido se mantuvo en cierta calma hasta el minuto 30 de partido, a partir de la media hora la violencia en las gradas le restó el protagonismo al partido y a partir de ahí lo deportivo pasó a un segundo plano.
La violencia evitó que se jugara la segunda mitad
El compromiso terminó la primera mitad con empate1-1 en el marcador. La marcha de los jugadores a los vestuarios significó el inicio de la guerra campal que evitó que el partido se jugara en el segundo tiempo, ya que se suspendió segundos después de la reanudación.
Desde la parcialidad de Independiente alegan que toda la violencia comenzó a consecuencia de provocaciones por parte de la hinchada de la U de Chile, y en las imágenes se ve como además de insultos, los fanáticos visitantes arrojaron todo tipo de objetos a los seguidores locales que fueron respondidos al instante... Tubos de metal, pirotecnia, fragmentos de hormigón o incluso inodoros destacan entre los objetos usadas para tratar de agredirse entre todos los involucrados.
Falla en el operativo de seguridad en el Independiente - Universidad de Chile
Una vez que la hinchada más violenta de Independiente rompió la separación que los mantenía apartados de los visitantes todo pasó al próximo nivel. La mayoría de seguidores de la U pudieron abandonar la zona, pero los que no pudieron "escapar" a tiempo sufrieron las consecuencias de la ira sin justificación por parte de la barra local. Hasta ahora se reportan hasta 19 heridos graves (3 fallecidos de forma extraoficial) y hasta 100 detenidos por la violencia desmedida que se vio en el recinto.
Hasta ahora se conoce que la cantidad de seguridad estipulada para el compromiso fue de 650 policías de la Provincia de Buenos Aires y 150 efectivos de seguridad privada. Conocedores sobre la materia explican que los funcionarios aplicados para el operativo eran insuficientes pero que lo más grave de todo es que ninguno apareció en la tribuna visitante para evitar que todo se extendiera y llegara hasta consecuencias trágicas.