En el amistoso contra Guinea, la Selección de Brasil hizo historia al vestirse de negro por primera vez en sus 109 años de existencia.
Este gesto simbólico fue una protesta enérgica contra el racismo en el fútbol y un apoyo solidario a Vinícius Júnior, quien ha sido objeto de insultos racistas en varios estadios de España.
El encuentro terminó con un ventajoso marcador final de 4-1 a favor de la selección sudamericana.
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La pentacampeona del mundo aprovechó el encuentro también para demostrar su determinación en el campo y enviar un mensaje claro contra la discriminación racial, mediante el uso de la indumentaria negra durante los primeros 45 minutos del partido, destacando el compromiso de Brasil en la lucha contra el racismo en el deporte.
Por su parte el equipo guineano contó con la destacada actuación de Serhou Guirassy, quien anotó un gol de cabeza en este partido que trascendió los límites del fútbol.
Más allá de los 90 minutos de juego, el encuentro entre Guinea y Brasil se convirtió en un trampolín para enviar un mensaje enérgico en contra del racismo, un problema que lamentablemente se ha vuelto común en España y que afecta a jugadores como Vini.