A petición del público y solo por tres funciones, la aclamada obra “Cartas de Amor”, original del dramaturgo estadounidense A. R. Gurney y protagonizada por Dora Mazzone y Héctor Manrique, extiende su actual temporada por tres funciones más, el día viernes de noviembre 28 a las 6:00 pm, y sábado 29 y domingo 30 de noviembre a las 5:00 pm, en el primer horario de la sala del Teatro Trasnocho.
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Esta pieza regresó a la escena caraqueña bajo la dirección de Héctor Manrique y la producción del Grupo Actoral 80, las entradas a un precio de $15,00, se pueden adquirir sólo en la taquilla del teatro ubicada en el C.C. Paseo Las Mercedes.
La historia detrás de “Cartas de Amor”
“Cartas de Amor” es una emotiva historia que cuenta la vida de un hombre y una mujer desde que tienen siete años hasta los 50 y tantos, a través de las misivas que se envían. Melissa y Andy se conocen desde niños, a lo largo de toda su vida han mantenido contacto epistolar, a través de las cartas que se envían se descubre su infancia, adolescencia, juventud y madurez, el público va conociendo los momentos claves, condicionamientos familiares y psicológicos de sus vidas, sobre todo sus encuentros y desencuentros, ya que se van contando las ambiciones, sueños, decepciones, victorias y fracasos que han tenido.
Con esas lecturas, quedan dibujados sus dos caracteres contrapuestos: Melissa es apasionada, inestable, capaz de buscar y buscar sin encontrar su equilibrio, mientras que Andy es juicioso, frío, trepador y muy establecido, y mediante sus contrastes, el espectador se ve dibujado en lo que son las pasiones humanas, no solo de las relaciones de pareja sino de todo lo que implica el crecer y dar paso al tiempo.
Esta pieza que fue finalista de los Premios Pulitzer como Mejor Texto Teatral, ha sido representada en diversas salas del mundo y del país, su actual director y actor Héctor Manrique, afirma que: “Es un espectáculo que por un lado es un homenaje a la escritura, a esa forma extraordinaria de comunicación de las personas en un momento como el que estamos viviendo donde los emoticones, mensajes de voz, fotos instantáneas y mensajitos llenos de equívocos han sustituido a esa forma tan maravillosa como el hombre se comunicaba a través de las cartas, cartas donde pasaba un tiempo entre la escritura y su recibimiento y posterior lectura, no había esta inmediatez y sí esa cosa tan emocionante y excitante que significaba leer y estar con alguien a partir de esa lectura. Por otro lado, está la belleza literaria de esas cartas, la pasión que en ellas se expresa y el humor que desbordan; creo que el viaje que hace el espectador en esta obra es absolutamente emocionante y conmovedor, es un canto al amor, a la sensibilidad y a la inteligencia”.
