La sensación de los 90, era Pamela Anderson, la exótica rubia de “Guardianes de la bahía” que conquistó a los caballeros de la época con su belleza. La actriz, mantuvo una relación con el baterista de “Mötley Crüe”, Tommy Lee con quien protagonizaría un vídeo sexual que salió a luz de manera inesperada.
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Pamela y Tommy se conocieron a finales de 1994, y para febrero del 95 ya estaban casados, el amor era intenso y desenfrenado que rápidamente se convirtieron en la pareja más controvertida de los Estados Unidos. Esta popularidad fue en ascenso hasta filtrarse en contenido íntimo de los artistas, una vez que el material se hizo viral, el escándalo desatado fue de tal magnitud que hasta hoy la actriz sigue recibiendo coletazos de aquellos terribles días de hace tres décadas.
El vídeo íntimo de Pamela Anderson y Tommy Lee, fue grabado en su luna de miel a bordo de un yate que luego guardaron como su mayor tesoro para recordar cómo se consumó su amor en aquellos días de pasión. Tras la difusión del encuentro sexual, la cinta, a pesar del nulo uso del Internet se convirtió en lo más hablado para aquellos años y la pareja estuvo sometida al escarnio público.
¿Quién es el responsable?
Tiempo más tarde se señaló a Rand Gauthier, de ser el único responsable de distribuir la cinta, pero, ¿quién es este personaje?, se trata nada más ni nada menos que de un exactor porno, electricista y exempleado de los tortolitos. Este hombre descontento por su injusto despido y malos tratos por parte del baterista, decidió asaltar la mansión de los famosos.
Al principio su única intensión era robar la pertenecías de la propiedad, pero, encontró el tesoro y lo usó como una venganza. Gauthier, se puso en contacto con personas de la industria porno y el resto es historia. En la actualidad, el contenido sexual entre Pamela y Tommy, sigue siendo uno de los escándalos más comentados en Hollywood y el mundo.
Más adelante, Lee y Anderson demandaron a Internet Entertainment Group, una de las compañías que vendía el vídeo, y un tribunal ordenó que fueran indemnizados con un pago de 1.5 millones de dólares por daños a su imagen, pero la pareja nunca recibió el dinero debido a que dicha empresa se declaró en quiebra.