Quien no recuerde el famoso videjuego de ‘Street Fighter II’ es porque realmente no tuvo infancia, pues sin duda alguna era uno de los más populares a principio de los años 90, lo que llevó a que la historia se reflejara en la pantalla grande, sellando un éxito asegurado con la protagonización del actor Jean-Claude Van Damme y la dirección de Steven de Souza, realizador de “Jungla de Cristal”.
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Aunque fue un largometraje muy popular, también fue rico en problemas, y es que, el actor belga hizo las cosas muy difíciles gracias a su insoportable ego y su adicción a la cocaína, lo que hacía imposible cada llamado a grabar, tal como lo aseguró De Souza en el 2018, quien agregó que, Van Damme abandonaba el set por varios días al estar hundido en su adicción, la que lo llevaba a consumir diez gramos por día, un equivalente a diez mil dólares semanales.
“No podía hablar de ello en aquel momento, pero ahora sí puedo decirlo claro: A Van Damme se le fue la cabeza completamente durante el rodaje de ‘Street Fighter’”, dijo sin pelos en la lengua el creativo audiovisual. “El estudio había contratado a un vaquero para que se encargase de él, pero desgraciadamente resultó ser peor influencia para él. Claude estaba tan enfermo que tuve que revisar el guion para buscar otras secuencias que pudiese rodar sin él”, agregó Steven.
"Simplemente no podía permitirme quedarme esperando durante horas hasta que él apareciese. En dos ocasiones, los productores le permitieron ir a Hong Kong a pasar el fin de semana, y las dos veces volvió tarde. Los lunes directamente ni aparecía por el rodaje", lamentó el director. Asimismo, detalló que el actor tenía la suite presidencial cuando rodaron en Tailandia, tenía un gimnasio instalado en su habitación y siempre llegaba tarde a las grabaciones con la excusa de que “tenía que bombear sus músculos”, pero la realidad era que consumía mucha cocaína lo que hizo que todo se convirtiera en un infierno.
Hay que resaltar que, para la época del filme, el belga estaba saboreando las mieles del éxito después de conseguir reventar las taquillas de cine con ‘Contacto Sangriento’, ‘Kickboxer’, ‘Doble Impacto’, ‘Soldado Universal’ y ‘Timecop’, convirtiéndose en uno de los actores de acción más cotizado del momento, pero también llevándolo a vivir de los excesos, con un comportamiento inflado con todos los que lo rodeaban.
El constante ritmo que llevaba la estrella de Hollywood y su divorcio con Gladys Portugues en el año 1992, con quien se volvió a casar en 1999, produjeron que fuera controlado de manera inhóspita por una droga tan peligrosa como la cocaína.